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lunes, 6 de agosto de 2012

...DE PÁJAROS DESVALIDOS (2)...

Se creyó grande y fuerte y se tiró de su nido cuando apenas había comenzado a emplumar 
fue a parar a la bocaza de TRUFO.

EL PEQUEÑO MIRLO
tuvo suerte y a tiempo lo rescatamos. 

Comió de nuestra mano y pasó la primera noche en su nueva casa, una  jaula junto a la ventana.

A la mañana siguiente la historia se complicó , no quiso comer.
...
Miraba y miraba a través de la ventana, al principio en silencio, 
sólo moviendo la cabeza... y de pronto 
comenzó "a llamar a su familia"...

Decidimos sacarlo al porche y esperar un poco... 


... y  PAPÁ MIRLO  apareció.

Destapamos la jaula, lo que tenga que pasar... pasará...


... y pasó.

 El MIRLO MACHO, rebuscó por el jardín y en segundos 
con la boca repleta de insectos y gusanitos intentó darle la comida
a través de los barrotes...



Pero su pico, grande , fuerte y cargado de comida  no traspasaba.

PAPÁ MIRLO no desistió, revisó la jaula durante mucho rato
 y descubrió la entrada.



Durante toda la tarde iba y venía. 

Su pico siempre cargado...




¡¡¡ PADRE NO HAY MÁS QUE UNO !!!

7 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Fué muy tierno presenciar cómo PAPÁ MIRLO iba y venía con su pico cargado de bichitos para el pequeño mirlo...

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  2. Qué sencillo y qué tierno. Gracias porque algo queda. Saludos.

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  3. Es sencillo pero al tiempo resulta "casi mágica" la llamada del pequeño y la respuesta del mirlo adulto.
    Ha sido una grata experiencia.
    Saludos.

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