HISTORIAS DEL MICROMUNDO
Cosas que pasan cuando llueve.
(Pleurodeles waltl).
Lunes, 24 de octubre, por fin llueve, lleva lloviendo todo el fin de semana. No llovía por estos andurriales desde el 24 de mayo que ya es decir, y con un calor agobiante todo el verano.
No es que haya llovido a mares pero algo es algo. Hoy parece que llueve con un poco más de fuerza cuando ya ha caído la noche.
Me llama Mariángeles desde el porche delantero, que está iluminado. Señalando al suelo, me pregunta, entusiasmada porque sabe que me gustan los bichos y que disfruto identificándolos y fotografiándolos, : ¡Mira! ¿Qué es esto?
Gallipato (Pleurodeles waltl). |
¡ Caramba, un gallipato ! Sí, un gallipato en el porche. No es un suceso anormal en El Terrao en estas fechas. Cuando llegan las primeras lluvias del otoño, después de un largo periodo de sequía, reviven, como por arte de magia, los seres que se mueven cuando la humedad se adueña del ambiente, los gallipatos, los sapos e, incluso, las ranas.
El pobre animal seguramente se había despistado de su camino atraído por el brillo de las luces del porche. Corría, o lo intentaba, buscando por dónde huir al sentirse descubierto. Mientras tanto, tiré de cámara y me puse a hacerle fotos, alguna de las cuales os muestro.
Gallipato (Pleurodeles waltl). |
El gallipato (Pleurodeles waltl) es un animal anfibio urodelo, es decir, con cola, el de mayor tamaño de Europa pues llega a medir unos 30 cm. Éste era más pequeño, unos 20 cm. Es como un tritón grande. La verdad es que el nombre de gallipato no le cuadra mucho, ¿le véis algo de gallo o de pato? Por esta zona lo llamamos marrajo, seguramente por su voracidad (se alimenta de todo tipo de bichejos del suelo y del agua, incluyendo algunos ejemplares jóvenes de su propia especie) y por su aspecto. En Valencia y Cataluña, creo, les llaman ahogabueyes pues, para defenderse, tienen la mala costumbre de extender sus puntiagudas y afiladas costillas, que incluso pueden sobresalir de su piel, de tal manera que alguno sería absorbido por alguna vaca y, al sentirse agredido, se quedaría agarrado en la garganta de la res por sus costillas con desagradable resultado para el rumiante.
El nuestro se portó mejor y, asustado, intentó esconderse en un rincón.
Gallipato (Pleurodeles waltl |
Por esos puntos anaranjados, tubérculos, que se le aprecian en el costado es por donde asoman las puntas de las costillas, afiladas, traspasando la piel, cuando el animal se siente amenazado o atacado por algún depredador.
Como digo, el nuestro mantuvo un comportamiento bastante correcto. Cuando se tranquilizó y comprobó que en El Terrao nadie le iba a hacer daño, incluso se permitió hacer algunas tonterías con un caracolillo a modo de capirote encima de la cabeza. Ve tú a saber si no vendría de alguna fiestecita en algún charco de los alrededores.
Gallipato (Pleurodelesw waltl). |
¿Conocíais este animal? Si es así, contadnos cosas sobre él, experiencias, anécdotas, ... leyendas. Esperamos vuestros comentarios. Saludos desde El Terrao.
Mª Angeles solo de verles me pongo tembleque... intento hacerme la fuerte pero no puedo. Hoy he estado detrás de un perenquén o tarentola que creo que es más pequeño que ese tuyo , se parecen mucho . Uyyyys que susto me da cuando los veo. Besín
ResponderEliminar¡Jajajaja! No es para tanto, Candela. Son absolutamente inofensivos para nosotros y, si los incomodas, pasan ellos mucho más miedo que las personas. Al contario, son muy beneficiosos dada su dieta. Las salamanquesas, las tarentolas, son bastante más pequeñas y muchísimo más inofensivas que el gallipato. Sigue visitándonos. Un beso de los habitantes de El Terrao.
EliminarYo no los conozco a estos gallipatos, tampoco es que vea muchas ranas o sapos pero alguna vez he encontrado la ranita de San Antón que es muy mona.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por aquí son muy comunes. Son más de agua, pero cuando salen a tierra los días de lluvia, te limpian el jardín y la huerta de babosas pues son muy voraces. No son tan monos como la ranita de San Antonio pero, la belleza va por dentro, jeje. Un fuerte abrazo, Montse.
EliminarIlustrativas, buena historia, buenas fotos. Nunca vi unos de éstos. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias por pasar por aquí, Quini. Me alegro de que te haya gustado.
EliminarNo lo conocia, muy interesante la descripción, me encanta la foto donde se ve el caracol en la cabeza.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande.
Por aquí son muy comunes. La verdad es que resulta cómico el gallipato con el caracol en la cabeza. Un abrazote, Ki Si.
Eliminar