Graphosoma lineatum
Esta chinche es, seguramente, la más bonita y llamativa de todas las chinches de nuestra zona. Mide tan solo un centímetro y, a pesar de su colorido tan espectacular, no es tan fácil descubrirla a no ser que vayamos a ello a propósito y fijemos bien la vista.
Pertenece al grupo de las chinches de escudo, chinches hediondas, y, aunque sus colores son realmente atractivos, sobre todo para los niños, la mayoría de los depredadores reconocen en esos grafismos una severa advertencia: "Si me comes, te arrepentirás". En efecto, avisa de esa forma de que sabe mal, de hecho es venenosa, con lo cual debemos evitar que los niños jueguen con ella y mucho menos que se la lleven a la boca.
Esta pareja de enamorados nos permite comparar el diseño del dorso, a rayas negras y anaranjadas, y el del vientre, punteado.
En España existe también la Graphosoma Semipuncteatum, que se diferencia de ésta en que presenta puntos en el escudo cervical, en vez de rayas. Ambas suelen tener una sola generación al año. Es en verano, en zonas soleadas orientadas al sur, cuando tiene lugar el celo.
La cópula tiene lugar después de un estricto ritual previo en el que ambos sexos se reconocen. El apareamiento es largo, dura bastante.
Una vez terminada la cópula, la hembra deposita los huevos en forma de paquetitos en el anverso de las hojas o en los tallos de la planta nutricia, en este caso de hinojo (foeniculum vulgare). Los paquetes de huevos constan siempre de catorce unidades, perfectamente colocados en dos hileras unidas entre sí.
Al principio, los huevos son blancos, de apenas un milímetro, y, poco a poco, van cambiando al gris a medida que las larvas se desarrollan en su interior, en lo cual invierten un par de semanas aproximadamente. Pasado ese tiempo, los huevos eclosionan y emergen las ninfas. Miden un milímetro más o menos.
Conforme se les va endureciendo el exoesqueleto, van abandonando el lugar de la puesta. Aunque sus alas son sólo muñones, ya presentan coloraciones de advertencia semejantes a las de los adultos, estado al que llegarán después de cinco mudas.
Las chinches italianas se alimentan del jugo de diversas umbelíferas como el hinojo, la zanahoria silvestre y la cultivada. En El Terrao sólo nos molestan en el perejil. Las quitamos a mano de las macetas y ya está.
Tienen un colorido espectacular.
ResponderEliminarSe trata de un colorido de advertencia, como el de las avispas, avisa a los depredadores de que no es comestible y puede ser peligrosa. Saludos cordiales, CJ.
EliminarHola Rafa, cuando he visto la foto me he acordado del destrozo que causaron los chinches en mis coles el año pasado.
ResponderEliminarMe acuerdo que tu me ayudaste a reconocerlos y salir de la duda de lo que se trataba y que podía hacer.
Muchas gracias de nuevo.
Un abrazo.
Se trataba de otras chinches, Kissy, mucho más perniciosas, aunque éstas pueden ser muy malas. Me alegro de que te acuerdes. Un fuerte abrazo.
EliminarMuy logrado el reportaje fotográfico, me imagino la guardia que habéis hecho a la puesta para pillarla en los diferentes momentos.
ResponderEliminarExcelente trrabajo
Teniéndolas localizadas y sabiendo cómo se desarrollan, es cuestión de paciencia y oportunismo. Gracias por tu comentario, Eduardo.
EliminarPor aquí hay unas de color verde que al matarlas despiden un olor muy fuerte y desagradable.
ResponderEliminarSaludos Rafa
Seguramente se trata de la típica chinche verde hedionda. Además de oler mal, el líquido que producen al molestarlas es cáustico. Ojo si las tocas. Un fuerte abrazo, Norma.
EliminarMuy buen reportaje Mª Angeles, te felicito. Realizas una gran labor.
ResponderEliminarGracias, Fernando. Tus comentarios son siempre muy valorados en este blog por Mª Ángeles y yo. Saludos cordiales.
EliminarHola amigos del Terrao, una vez mas, fenomenal comentario sobre este asiduo insecto de nuestros huerto en estas épocas veraniegas, muy bien currado y excelentemente ilustrado. Un vez mas, Chapeau.
ResponderEliminarUn cordial saludo desde elhuertodellopez.
Te agradecemos mucho tus comentarios, Antonio. Tú desarrollas un gran trabajo divulgando tus conocimientos sobre las variedades de la huerta. Un abrazo.
EliminarMuy interesante, aunque me gustaron más los topitos ;-D
ResponderEliminar¿Las fotos son vuestras? están muy bien.
No sólo de topitos vive el hombre, ;) Las fotos son originales nuestras, gracias, Lola.
EliminarMadre mía, que artículo mas bueno y las fotos maravillosas, enhorabuena
ResponderEliminarGracias, Lola. Nos seguimos, nos leemos y nos comentamos. Saludossss.
EliminarQue guapa es la chinche, y los huevos es una foto espectacular . Gracias por ese precioso reportaje. Besicos.
ResponderEliminarGracias a tí, Angelines, Trimbolera, por comentar. No te puedes hacer idea de lo que nos gusta que pasees por El Terrao. Besos.
EliminarEstupendas fotos...!! muy buena entrada, saludos.
ResponderEliminarGracias, Alfmega. Tus comentarios son siempre bien recibidos. Gracias de nuevo.
Eliminar¡Me han encantado las fotos Rafael y la paciencia! Un saludo desde el Huerto2.0
ResponderEliminarObservando la naturaleza, se pasa el tiempo volando y siempre descubres algo nuevo que te entusiasma. En eso creo que coincidimos, ¿no es así, Encarnación? Un abrazo.
EliminarMagistral entrada, y las fotos, de enciclopedia. No dejáis de asombrarme, sois muy, muy buenos... Besitos desde Maribelandia.
ResponderEliminarLa naturaleza, la vida ... esas son la auténtica enciclopedia. Sólo hay que miraar y aprender. Saludos.
EliminarY yo toda la vida llamándoles mariquitas indias...jaja! Las fotos...preciosas!
ResponderEliminarNo hay problema, si se tienen que llamar mariquitas indias, se llamarán mariquitas indias. Eso sí, les mantendremos lo de Graphosoma Lineatum, ¡te parece?
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