Acostumbrados a vivir en la ciudad a muchas personas se les hace difícil, casi imposible, comprender como alguien decide irse a vivir al campo.
Para nosotros, que "desde siempre" hemos pasado largas temporadas en plena naturaleza, "casi estaba cantado"... terminaríamos de esta manera...,
No recuerdo momentos de nuestra vida que no estén ligados de una u otra manera con la vida al aire libre...
Cuando eramos pequeños, al campo los domingos con la familia (cada uno con la suya) ¡¡¡biennnnnnnnnn!!!
De adolescentes, al campo los domingos con la familia (cada uno con la suya) ¡¡¡horrorrrrrrrrrrrr!!!
Interminables jornadas camperas con enfado continuo esperando el regreso, a las seis o las nueve, (según la estación), y sobre todo esperando permiso para salir "a dar una vuelta"... cosa que normalmente no ocurría.
De muy jóvenes, al campo los domingos y "al monte" los fines de semana, ahora la cosa cambia, vamos con amig@s.
Más tarde, por motivos de trabajo, nos vamos "de aldeas y pueblos".
... Empiezan a cambiar, por obligación, nuestras costumbres urbanitas...
... Empiezan a cambiar, por obligación, nuestras costumbres urbanitas...
... y nos gusta.
¡¡¡Hola Urbanitas!!!
ResponderEliminarMi más sincera enhorabuena por el blog, me encantan sus fotos y la frescura y alegría con que lo contáis todo.
Por cierto si estáis en Facebook o linkedin me encantaría contactar.
Gracias
Un abrazo
Trinidad de los Ángeles