Macroglossum Stellatarum
Recuerdos de cuando era pequeño. Vacaciones de verano. Por aquel entonces no había problemas para que los niños campáramos a nuestras anchas por las calles y plazas de Badajoz. Mediados de los sesenta.
Tirachinas en el bolsillo, un bote y a buscar bichos. Yo había visto entre las flores un pajarito que volaba muy rápido. Pequeñito y veloz. ¡Un colibrí! me dije. Pues, ¡a cazarlo! Pero tenía que cogerlo vivo para meterlo en una jaulita, como mi jilguero y mi grillo. Me fabriqué una especie de cazamariposas con un palo, un alambre y una malla de aquellas rojas de plástico de patatas que me dieron en una pequeña tienda de ultramarinos.
Después de no pocos intentos y días, lo conseguí, cacé al pajarito. Cuando lo cogí entre los dedos, temblando de emoción, debí poner una cara entre sorpresa, desilusión y entusiasmo. ¡Era un bicho! No, no era un pájaro, era una mariposa rarísima. La llevé a casa y la metí en una caja de botones de las de aquella época, de esas que se abrían por mitades y tenían un botón de muestra pegado en el frente. Cada vez que veo una ESFINGE COLIBRÍ recuerdo aquella aventura.
Y es que, en su morfología, todo recuerda a un pequeño colibrí. La forma de su cuerpo, la manera de volar, la trompa que asemeja al largo pico del ave, ... incluso es una de las pocas esfinges diurnas.
Esta mariposa, típica y común en el sur de Europa y Norte de África, mide entre 40 y 50 mm. de envergadura. Sus alas anteriores son pardas punteadas de negro con algunas líneas, también negras. Las traseras son de un tono anaranjado. Presenta, en la parte trasera del abdomen, unos pelos o sedas que alternan el blanco y el negro y que adoptan la forma de la cola de un pequeño ave.
Vuela a velocidad de vértigo, hacia adelante, atrás, giros imposibles ... Bate las alas 80 veces por segundo. Inquieta, va de flor en flor con una rapidez inimaginable. De ahí la dificultad en fotografiarla. Perdonad los desenfoques pero uno no está ya para estos trotes. Vuela hasta 60 kilómetros por hora.
Incluso es capaz de quedarse quieta en el aire, en el espacio, mientras liba el preciado néctar de nuestras lantanas.
¡Qué maravilla! Debe ser dificilísimo hacer fotos a un animal que se mueve a esa velocida, pero te han quedado esptupendas, no tenía ni idea de que existía un tipo de mariposa de este tipo, gracias por descubrírmelo
ResponderEliminarAy, Rafael, estoy segura de que hoy día no le harías eso al pobre animalillo. Lo contemplarías atentamente pero le dejarías su libertad y su vida para que las disfrutara con el mismo derecho que lo hacemos nosotros.
ResponderEliminarYo vi un colibrí de verdad en Cuba, libando en un hibisco, y me emocioné tanto que ni siquiera pensé en hacer la foto.
Un beso
Wow !!! eres todo un fotografo, y mira que es dificil estando quieto, en movimiento ya es de Master. Muy buenas, un saludo.
ResponderEliminarMe imagino la dificultad de fotografiarla y aún así te quedaron unas fotos preciosas.
ResponderEliminarSaludos.
Insólito, recién me entero de su existencia. Las fotos como dicen preciosas....
ResponderEliminarQué interesante lo que nos has mostrado hoy.¡Qué raro es!
ResponderEliminarSaludos Rafa desde Argentina, por aquí hay picaflores, cardenales y cotorras.
PERO QUE MARAVILLA DE FOTOS !!!!!
ResponderEliminarMe vuelves a sacar de dudas, pensaba que era un pajarito pequeño.
ResponderEliminarvaya fotos.
Tienen mucho mérito esas fotografias, yo aún no lo he conseguido. Enhorabuena !!!
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